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domingo, 21 de abril de 2013

INVERSION PUBLICITARIA: MITOS Y REALIDADES

En la sección Misceláneas, en la página 37 de esta edición (Publimark 233), se consigna que en el primer semestre de este año, según datos de Megatime, la inversión publicitaria habría crecido un 7,3%. Sin embargo, en este mismo número de PubliMark, en el artículo sobre Cannes (página 30), Cristián Lehuedé, presidente
ejecutivo de BBDO, sostiene que la inversión publicitaria ha disminuido y agrega que cree que “el 2009 lo vamos a cerrar con una caída de la inversión total del 10%”.
En las cifras del año pasado, las diferencias también son abismantes. Mientras Megatime indicaba que en el 2008 la inversión publicitaria había aumentado un 6,4%, hace poco la Achap confirmó que la caída en ese período fue de 6,5%.
¿Y dónde está la trampita?
La verdad es que ya hace casi dos décadas, en esta misma página editorial, sosteníamos que el gasto en publicidad tiende a comportarse como una segunda derivada con respecto a la variación del producto interno bruto (PIB) de un país. Esto quiere decir que cuando la economía se desacelera, aunque sea con variaciones positivas (por ejemplo de +6% a +4%), es probable que la inversión publicitaria baje en términos absolutos (de +6% a –2%); por supuesto, el efecto también se produce en las aceleraciones: si la variación del PIB de un año a otro pasa de +6% a +8%, es muy posible que el desembolso en publicidad suba en 10% o 12%. Esto ocurre por diferentes razones; entre otras, porque en época de crisis los financieros se hacen más poderosos dentro de las compañías y un buen ahorro en el corto plazo es disminuir la propaganda; obviamente, también influye que se restringen al máximo los lanzamientos de nuevas marcas, productos o servicios, así como la renovación de proyectos inmobiliarios, fuentes naturales de publicidad.
Si éste fuera el comportamiento más predecible, dado que el 2009 se proyecta con una caída del PIB en torno al –1%, es casi seguro que la estimación de Lehuedé es razonablemente realista. Entonces, ¿porqué los cálculos de Megatime indican un incremento de la inversión publicitaria de 7,3%? Sin duda, el principal motivo de esta aparente distorsión es el método de medición, que contabiliza los tiempos efectivos de los spots en televisión (abierta y pagada), y los espacios de los avisos en diarios y revistas (además de vía pública y Metro), a los cuales se les aplican “los valores de tarifas publicadas por los medios”.
De este modo, no se consideran los descuentos, que por supuesto en períodos recesivos son más suculentos. Consistente con este razonamiento, en las cifras “oficiales” los mayores incrementos se observan en la televisión abierta (12,5%) y pagada (33,5%), que no tienen un mayor costo significativo de incluir un spot adicional, si existe el espacio; en cambio, en diarios y revistas, que tienen el costo del papel, a simple vista en los últimos meses aparecen más delgados, ya que no les conviene vender avisos muy baratos.
A estas alturas del partido, lo más relevante es preguntarse cuál será el comportamiento en el futuro. Al respecto, hay elementos en el ambiente que se perciben alentadores y otros no tanto.
Por el lado positivo, se percibe una confianza, a nivel empresarial y del público, tanto en el mundo como en Chile, que tarde o temprano (en el plazo las opiniones, incluso de expertos, difieren) se saldrá exitosamente de esta crisis, si bien la recuperación del empleo será más lenta de lo deseable. Reflejo de ello es la fuerte recuperación del precio de las acciones en las bolsas de valores de casi todo el orbe. También juega un papel favorable el creciente convencimiento de empresarios y ejecutivos de que crisis son oportunidades y de que no pueden dejarle el campo libre a la competencia; por eso es
pensable que se dilatarán menos las restituciones de campañas de imagen de marca, en una dinámica de disputa de participación de mercado, más allá de los típicos avisos estentóreos de precios y promociones para épocas recesivas.
Por el lado negativo, no se visualiza que sea rápida la disminución del desempleo, lo que afecta la reactivación del consumo. Tampoco se aprecia muy ágil el retorno masivo de los proyectos inmobiliarios, ni los lanzamientos potentes de nuevos productos, que señalábamos anteriormente como motores importantes para un vigoroso aumento publicitario.
Sumando y restando, reconociendo los factores positivos, aquellos desfavorables nos hacen pensar que la recuperación de la publicidad será dispareja según los sectores y más lenta de lo que quisiéramos.

Juan Ignacio Oto
Director de PubliMark

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